20 lugares que ver en Asturias

Descubre una ruta por los 20 lugares más impresionantes de Asturias: playas salvajes, pueblos marineros, montañas y bosques únicos. Un viaje de este a oeste para disfrutar de paisajes, gastronomía y rincones inolvidables del Principado.

Santuario de Covadonga, Qué ver en Asturias

Asturias engancha.

No solo por sus paisajes verdes que parecen pintados a mano. Ni por el Cantábrico golpeando la costa como si no quisiera que te marches. Asturias atrapa porque cada curva de carretera te regala algo nuevo: un pueblo marinero, una playa escondida, una montaña que se asoma para saludar.

En este artículo te propongo una ruta de 20 paradas imprescindibles para recorrer lo mejor del Principado.

Un viaje pensado para que lo puedas hacer en coche, de este a oeste, mezclando costa, interior y montaña o simplemente elegir los destinos que más te gustaría visitar.

Pasarás de pisar la arena fina de playas salvajes a perderte entre bosques centenarios. Comerás bien (muy bien) y descubrirás rincones que no salen en todos los mapas, pero que recordarás toda la vida.

Empezaremos en Llanes, junto al mar, y terminaremos en Muniellos, un bosque que parece detenido en el tiempo. Entre medias, acantilados, lagos de alta montaña, villas coloridas y carreteras que te harán parar más veces de las que pensabas.

Así que prepara la cámara, el chubasquero y, sobre todo, las ganas.

Aquí tienes 20 lugares que ver en Asturias siguiendo una ruta perfecta para un viaje inolvidable.

1. Llanes

Puerto de Llanes qué ver en Asturias
Llanes

Llanes es uno de esos sitios que lo tienen todo: mar, montaña y un casco histórico que se recorre sin prisas.

Pasear por sus calles empedradas es como abrir un libro de historia: la muralla medieval, la basílica de Santa María del Concejo, las casonas de indianos… todo envuelto en ese ambiente asturiano donde siempre hay olor a sidra.

El puerto pesquero, animado y lleno de vida, está decorado con los Cubos de la Memoria, una obra colorida del artista Agustín Ibarrola que convierte los bloques de hormigón en un museo al aire libre. Desde ahí puedes seguir andando hacia la costa y descubrir su paseo marítimo, con vistas al Cantábrico y a playas como El Sablón o Toró.

Si tienes coche, dedica un día a recorrer las calas cercanas: Andrín, Ballota, Poo… algunas con vistas que parecen sacadas de un catálogo de viajes.

Consejo Viajero:

El amanecer en Andrín, con los acantilados iluminándose poco a poco, es un momento que recordarás siempre.

2. Playa de Torimbia

Playa de Torimbia, qué ver en Asturias
Playa de Torimbia

Torimbia es naturaleza pura.

Llegar implica caminar unos minutos desde el aparcamiento, pero la recompensa es un arenal virgen de forma semicircular, protegido por altos acantilados cubiertos de verde intenso. El agua es cristalina, y aunque el baño suele ser fresco (esto es el Cantábrico), pocos lugares transmiten tanta paz.

Es también una playa nudista muy conocida, pero no necesitas participar para disfrutarla: basta con estirar la toalla y dejar que el sonido de las olas y el viento hagan su trabajo. Aquí no hay chiringuitos ni construcciones, solo arena fina, mar y cielo.

Mejor momento

Al atardecer, cuando el sol cae detrás de los acantilados y todo se tiñe de tonos dorados.

3. Playa de Gulpiyuri

Gulpiyuri es una rareza geológica que parece inventada.
Es una playa… pero sin mar a la vista. Está situada tierra adentro, rodeada de prados, y el agua llega a través de una cueva subterránea que conecta con el Cantábrico. El resultado es un pequeño arenal donde las olas llegan suaves y la sensación de estar en un lugar secreto es única.

Por su tamaño reducido, en verano puede llenarse rápidamente, así que lo ideal es visitarla temprano o fuera de temporada. Puedes combinar la visita con un paseo por los acantilados cercanos, desde donde sí se ve el mar abierto.

4. Ribadesella

Ribadesella Asturias
Playa de Torimbia

Ribadesella es equilibrio perfecto entre mar y cultura.
Su paseo marítimo bordea la playa de Santa Marina, famosa por sus elegantes casonas indianas, mientras que su puerto y casco histórico conservan el encanto marinero de antaño. Es un lugar ideal para comer bien, pasear y relajarse.

A pocos minutos del centro está la Cueva de Tito Bustillo, con pinturas rupestres de más de 10.000 años de antigüedad. La visita es guiada y conviene reservar con antelación, porque las plazas son limitadas para preservar el arte.

Si vienes en verano, además del ambiente animado, puedes disfrutar de actividades como kayak por el Sella o excursiones a pie por los acantilados cercanos.

Extra

En marzo, Ribadesella se llena de vida con la fiesta de Les Piragües, una celebración única en honor al Descenso Internacional del Sella.

5. Cangas de Onís

Cangas de Onís, Asturias
Playa de Torimbia

Cangas de Onís es la puerta a los Picos de Europa y uno de los destinos más visitados de Asturias.
El Puente Romano, con su cruz colgante, es el símbolo de la villa y una de las fotos más buscadas. Pero más allá de esa imagen icónica, Cangas ofrece mercados tradicionales, sidrerías auténticas y acceso directo a rutas de montaña.

Desde aquí puedes subir a los Lagos de Covadonga o visitar el Santuario, pero merece la pena dedicar unas horas a disfrutar del propio pueblo: pasear junto al río Sella, probar un buen queso de Cabrales y recorrer las tiendas de productos artesanos.

Paradores en Asturias

Consejo Viajero:

Si llegas un domingo, aprovecha su mercado semanal, donde productores locales venden desde embutidos y quesos hasta flores y plantas. Un lugar perfecto para saborear la esencia de Asturias.

6. Lagos de Covadonga

lagos de covadonga
Lagos de Covadonga, Asturias

Los Lagos de Covadonga son, para muchos, el corazón natural de Asturias.

Situados en el Parque Nacional de los Picos de Europa, estos dos lagos —Enol y Ercina— están rodeados de praderas verdes, montañas majestuosas y un silencio que solo se rompe con el sonido de las campanas de las vacas pastando.

Subir hasta aquí es toda una experiencia: una carretera de curvas que va ganando altura y regalando vistas espectaculares a cada kilómetro. En verano y días festivos, el acceso está regulado y solo se puede llegar en autobuses lanzadera desde Cangas de Onís o Covadonga, lo que ayuda a preservar el entorno.

Consejo Viajero:

Si quieres evitar multitudes, madruga. Llegar temprano, con la niebla aún abrazando el paisaje, es un momento mágico.

7. Santuario de Covadonga

Santuario de Covadonga, Qué ver en Asturias
Santuario de Covadonga

Muy cerca de los lagos, el Santuario de Covadonga es un lugar cargado de historia y espiritualidad.

La Basílica, de estilo neorrománico y construida en piedra rosada, se levanta imponente sobre un paisaje de montaña. Pero quizá lo más especial sea la Santa Cueva, excavada en la roca y con una cascada que cae justo debajo.

Aquí, según la tradición, comenzó la Reconquista con la batalla de Covadonga en el año 722. Tanto si vienes por su importancia histórica como por su belleza, es una visita que deja huella.

El entorno está lleno de senderos y miradores, perfectos para estirar las piernas antes de seguir la ruta.

Consejo Viajero:

Al caer la tarde, cuando la mayoría de turistas ya se han ido, el Santuario se queda en silencio y la experiencia es mucho más íntima.

8. Lastres

Lastres, Asturias
Lastres, Asturias

Lastres es de esos pueblos que parecen un decorado de película… y de hecho, lo fue: aquí se rodó la serie “Doctor Mateo”.
Sus casas blancas con tejados rojos se descuelgan por la ladera hasta el puerto, creando una imagen que se queda grabada. Pasear por sus calles empinadas y estrechas es un ejercicio perfecto para quemar la fabada del día anterior.

Desde el Mirador de San Roque se tienen unas de las mejores vistas de la costa asturiana, con el mar Cantábrico extendiéndose hasta el horizonte. El puerto sigue activo, y si llegas a la hora justa, puedes ver a los pescadores descargando la captura del día.

Consejo Viajero:

Prueba la sopa de pescado en alguno de los restaurantes del puerto. Simple, caliente y deliciosa.

9. Tazones

Pequeño, colorido y con mucho carácter, Tazones es un pueblo pesquero que parece detenido en el tiempo.

Sus calles empedradas, casas con balcones de madera y fachadas pintadas en tonos vivos crean un ambiente único. Según la historia, aquí desembarcó el emperador Carlos V en 1517, y cada agosto se celebra una recreación de este hecho.

El puerto es el alma de Tazones, lleno de bares y restaurantes donde el marisco y el pescado fresco son protagonistas. No te vayas sin probar unas almejas a la marinera o un buen arroz caldoso con bogavante.

Como curiosidad, en los alrededores se pueden encontrar huellas de dinosaurio en la costa, un atractivo añadido si viajas con niños o eres amante de la paleontología.

10. Gijón

Gijón qué ver en asturias
Gijón, Asturias

Gijón es ciudad de mar y de calle.

Su barrio histórico, Cimavilla, está lleno de bares con terrazas donde la sidra corre sin parar y las tapas llegan sin que las pidas. Desde allí, se baja a la playa de San Lorenzo, un arenal amplio y perfecto para pasear, correr o simplemente mirar las olas.

La ciudad combina perfectamente tradición y modernidad: puedes visitar el Jardín Botánico Atlántico, el Museo del Ferrocarril o el Acuario, y al mismo tiempo perderte por plazas llenas de vida.

Su gastronomía es tan variada como su ambiente: desde fabada y cachopo hasta propuestas más modernas en restaurantes de autor.

Consejo Viajero:

Si el día está despejado, sube al mirador del Cerro de Santa Catalina para ver la escultura “Elogio del Horizonte” de Chillida y disfrutar de una panorámica espectacular de la costa.

11. Oviedo

Oviedo, Qué ver en Asturias
Oviedo, Asturias

Oviedo es la capital de Asturias, pero no tiene prisa.
Su casco histórico es limpio, cuidado y lleno de rincones con historia. La Catedral de San Salvador, con su torre gótica, es el corazón de la ciudad. Dentro guarda la Cámara Santa, Patrimonio de la Humanidad, con reliquias y piezas de incalculable valor.

Las calles peatonales, como la Calle Gascona, son un festival de sidrerías donde el escanciado es casi un ritual. También encontrarás plazas tranquilas, esculturas repartidas por toda la ciudad y parques como el de San Francisco, perfecto para un paseo relajado.

12. Cudillero

Cudillero Asturias
Cudillero, Asturias

Si tuvieras que pintar un pueblo marinero de postal, saldría Cudillero.

Las casas de colores, encaramadas en la ladera, miran hacia el pequeño puerto como si estuvieran en primera fila de un teatro. Pasear por sus callejuelas empinadas es subir y bajar descubriendo miradores que cambian la perspectiva a cada paso.

La Plaza de la Marina es el punto de encuentro: terrazas llenas, olor a pescado a la plancha y sidra servida sin parar. Desde aquí puedes subir al Mirador de la Garita o el de la Atalaya para una vista panorámica impresionante.

13. Playa del Silencio

Playa del Silencio en Asturias
Playa del Silencio, Asturias

Su nombre lo dice todo.

La Playa del Silencio es un paraíso salvaje rodeado de acantilados altísimos y formaciones rocosas que se adentran en el mar. No hay chiringuitos, ni socorristas, ni servicios… solo naturaleza pura.

El acceso es a pie, bajando por un sendero que ya de por sí merece la pena por las vistas. La arena es de cantos rodados, así que unas buenas sandalias de agua son recomendables para el baño.

Aquí el Cantábrico ruge fuerte, pero el entorno transmite una calma especial.

14. Cabo Vidio

A pocos kilómetros de la Playa del Silencio está el Cabo Vidio, uno de los miradores naturales más impresionantes de la costa asturiana.

Sus acantilados de más de 100 metros de altura se asoman directamente al mar abierto, y en días claros, la vista se extiende kilómetros en ambas direcciones.

Puedes caminar por los senderos cercanos, descubrir pequeñas calas escondidas o simplemente sentarte y escuchar el sonido del viento. También encontrarás un faro que sigue en funcionamiento, añadiendo un toque fotogénico a la escena.

15. Luarca

Luarca-en-Asturias
Luarca, Asturias

Conocida como la “Villa Blanca de la Costa Verde”, Luarca combina tradición marinera y belleza natural.

Su puerto pesquero es el alma del pueblo, lleno de barcas de colores y rodeado de casas blancas que le dan su nombre. Desde allí, un paseo te llevará hasta el barrio de La Pescadería, con calles empinadas y vistas privilegiadas.

El Cementerio de Luarca es uno de los más bonitos de España, en lo alto de un acantilado y con vistas al mar que parecen irreales. Aquí está enterrado el Nobel Severo Ochoa, hijo ilustre del lugar.

16. Tapia de Casariego

Tapia de Casariego es un rincón costero con un ambiente relajado y unas playas perfectas para el surf. La Playa de Anguileiro es famosa por sus olas y acoge competiciones internacionales, pero aunque no cojas una tabla, sentarte en la arena y ver a los surfistas es un espectáculo.

El paseo marítimo bordea acantilados y pequeñas calas donde el mar rompe con fuerza. El puerto, pequeño y recogido, es ideal para un paseo tranquilo, con terrazas que invitan a probar pescado fresco o un buen arroz marinero.

En verano, Tapia se llena de vida, pero sin perder ese toque auténtico que lo hace especial. Y si viajas en invierno, la costa muestra su cara más salvaje, perfecta para disfrutar desde algún mirador con el abrigo bien cerrado.

17. Castropol

En la ribera del Eo, justo en la frontera con Galicia, Castropol es un pueblo elegante y tranquilo que combina mar y ría.

Sus casas blancas, muchas con balcones y galerías de madera, se alinean en calles que suben hasta la iglesia de Santiago Apóstol, desde donde se tienen unas vistas magníficas de la ría y del vecino Ribadeo.

Castropol es famoso por sus ostras y almejas, cultivadas en la ría. Probarlas frescas en alguno de sus restaurantes es casi una obligación para el viajero gourmet. Además, si tienes tiempo, puedes hacer una ruta en kayak o paddle surf por la ría, disfrutando de un paisaje protegido lleno de aves.

18. Somiedo

El Parque Natural de Somiedo es uno de los grandes tesoros de Asturias y un paraíso para los amantes de la naturaleza.

Aquí los valles verdes, las lagunas glaciares y las montañas escarpadas forman un escenario de postal. Es además uno de los mejores lugares de Europa para avistar osos pardos en libertad, aunque para ello conviene contratar guías locales que conocen las zonas y las mejores horas.

Pueblos como Pola de Somiedo o Valle del Lago son puntos de partida para rutas espectaculares, como la que lleva a la Laguna del Valle, rodeada de montañas que se reflejan en sus aguas tranquilas.

19. Teverga

Teverga es naturaleza, historia y tradición a partes iguales.

Está rodeado de montañas que invitan a caminar, y la Senda del Oso es su ruta más famosa: un antiguo trazado ferroviario reconvertido en vía verde, perfecto para hacer en bici o a pie, pasando por túneles y puentes entre desfiladeros.

El Parque de la Prehistoria es una visita interesante para familias, con reproducciones de cuevas y arte rupestre. Y en sus pueblos, la arquitectura tradicional asturiana sigue muy viva, con hórreos y casas de piedra que parecen intactas al paso del tiempo.

20. Muniellos

La Reserva Natural Integral de Muniellos es el broche de oro para un viaje por Asturias.

Se trata del mayor robledal de España y uno de los bosques mejor conservados de Europa. Su biodiversidad es tan importante que el acceso está limitado a un máximo de 20 personas al día, por lo que es imprescindible reservar con antelación.

Recorrer sus senderos es adentrarse en un mundo de árboles centenarios, riachuelos cristalinos y una tranquilidad que rara vez se encuentra. La ruta circular principal, de unos 20 km, exige buena forma física, pero la recompensa es inmensa: naturaleza pura sin rastro de masificación.

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