La Rioja, tierra de viñedos y tradiciones, es el destino perfecto para los amantes del enoturismo, la historia y la gastronomía. Sus Paradores ofrecen la oportunidad de sumergirse en la esencia riojana, combinando confort y encanto en entornos únicos.
Ya sea que busques relajarte en un edificio histórico o explorar la naturaleza, los Paradores de La Rioja te garantizan una experiencia inolvidable.
A continuación, te presentamos tres joyas de esta región: el Parador de Santo Domingo Bernardo de Fresneda, el Parador de Santo Domingo de la Calzada y el Parador de Calahorra. ¡Descúbrelos y planifica tu escapada ideal!
1. Parador de Santo Domingo Bernardo de Fresneda
Ubicado en el corazón de Santo Domingo de la Calzada, el Parador de Santo Domingo Bernardo de Fresneda se alza en un antiguo monasterio que combina serenidad y belleza arquitectónica. Este edificio del siglo XVI, originalmente fundado como convento franciscano, es un lugar que respira historia en cada rincón.
Al hospedarte aquí, te sumerges en un ambiente tranquilo, ideal para desconectar y disfrutar de la esencia del Camino de Santiago. Las habitaciones, decoradas con un estilo sobrio y elegante, ofrecen un descanso perfecto tras un día de exploración. El claustro y las zonas comunes mantienen su carácter monacal, añadiendo un encanto único a la estancia.
En cuanto a su ubicación, es un punto estratégico para explorar Santo Domingo de la Calzada, famoso por su catedral y las leyendas del Camino. Además, los amantes del vino podrán disfrutar de visitas a bodegas cercanas.
El Parador también es una opción perfecta para eventos, con salas equipadas para reuniones o celebraciones especiales en un entorno incomparable. Sin duda, es un destino que une historia, cultura y confort, haciendo de cada visita una experiencia inolvidable.
2. Parador de Santo Domingo de la Calzada
El Parador de Santo Domingo de la Calzada, situado en pleno casco histórico de esta emblemática localidad riojana, es un lugar donde la historia y la comodidad moderna se entrelazan a la perfección. Este parador ocupa un edificio histórico que fue originalmente un hospital medieval para peregrinos del Camino de Santiago, fundado por el propio Santo Domingo en el siglo XII.
El interior del parador refleja el esplendor de épocas pasadas, con suelos de piedra, arcos y detalles góticos que evocan su origen. Las habitaciones son amplias y confortables, ofreciendo una combinación ideal de elegancia tradicional y comodidades contemporáneas. Los pasillos y salones comunes conservan una atmósfera señorial, perfecta para los amantes de la historia y la arquitectura.
La ubicación privilegiada de este parador te permite explorar fácilmente la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, famosa por el milagro del gallo y la gallina, y recorrer las estrechas calles llenas de encanto. Además, su cercanía a rutas del vino te invita a descubrir los sabores únicos de la región.
El restaurante del Parador es otro punto fuerte, con una oferta gastronómica basada en la cocina riojana tradicional. Platos como los pimientos rellenos o el cordero asado, acompañados por los mejores vinos locales, hacen que la experiencia sea aún más memorable.
3. Parador de Calahorra
En el corazón de la fértil ribera del Ebro, el Parador de Calahorra te invita a disfrutar de una experiencia única en un edificio que combina tradición y modernidad. Situado en esta histórica ciudad, conocida como la cuna de los primeros mártires cristianos en Hispania, este parador destaca por su ubicación estratégica y su estilo acogedor.
El interior del Parador refleja la esencia de La Rioja, con una decoración cálida que incluye materiales nobles como madera y cerámica. Las habitaciones son luminosas, espaciosas y ofrecen todas las comodidades necesarias para garantizar una estancia relajante. Desde algunas de ellas, se pueden contemplar vistas a los jardines y a la ciudad.
La gastronomía es uno de los mayores atractivos del Parador de Calahorra. En su restaurante, los comensales pueden disfrutar de una selección de platos tradicionales riojanos elaborados con productos de la huerta local. No te pierdas especialidades como las alcachofas de Calahorra, las chuletillas al sarmiento y, por supuesto, los vinos de la Denominación de Origen Rioja.
Gracias a su ubicación, el Parador es un punto de partida perfecto para explorar los alrededores. Desde rutas de enoturismo hasta visitas al casco antiguo de Calahorra, hay opciones para todos los gustos. Su proximidad al Parque Natural de los Sotos del Ebro también lo convierte en un destino ideal para los amantes de la naturaleza.