Galicia es una tierra de paisajes cautivadores, rica tradición cultural y una gastronomía que conquista corazones. Entre sus encantos más singulares se encuentran los paradores, alojamientos únicos que combinan historia, confort y una ubicación privilegiada.
Desde monasterios restaurados hasta fortalezas medievales con vistas al Atlántico, los paradores de Galicia son el lugar perfecto para desconectar y vivir una experiencia inolvidable.
Si estás buscando un lugar donde el lujo y la autenticidad se entrelacen, sigue leyendo y descubre por qué estos paradores son ideales para tu próxima escapada. ¡Haz tu reserva y prepárate para enamorarte de Galicia!
1. Parador de Santo Estevo, Ourense
En el corazón de la Ribeira Sacra, el Parador de Santo Estevo es un monasterio del siglo VI que ofrece un viaje en el tiempo sin renunciar al confort moderno. Declarado Monumento Histórico Artístico, este parador impresiona con sus tres claustros de estilos románico, gótico y renacentista. Sus habitaciones combinan la sobriedad monástica con un diseño contemporáneo que garantiza una estancia cómoda y relajante.
El entorno invita a explorar la belleza natural de la Ribeira Sacra, famosa por sus cañones del río Sil y sus viñedos en terrazas. Además, el parador cuenta con un spa que aprovecha las aguas termales de la zona, ideal para desconectar tras un día de aventura. Su restaurante ofrece platos tradicionales gallegos, como el pulpo á feira y la empanada, con un toque de alta cocina. Una opción ideal para amantes de la naturaleza, la historia y el buen vivir.
2. Parador de Baiona, Pontevedra
Situado en una península rodeada por el Atlántico, el Parador de Baiona es un castillo medieval que combina historia y vistas impresionantes. Su ubicación estratégica permitió defender la costa gallega en tiempos pasados, y hoy es un refugio para quienes buscan tranquilidad y lujo.
El parador ofrece habitaciones elegantes con vistas al mar o a los jardines, creando un ambiente de paz inigualable. El recinto cuenta con senderos que recorren sus murallas, ideales para pasear mientras disfrutas de la brisa marina. Además, está cerca del casco antiguo de Baiona, famoso por su historia marítima y su deliciosa oferta gastronómica.
El restaurante del parador destaca por sus especialidades en mariscos frescos y pescados de la ría. Es el lugar perfecto para degustar una mariscada mientras contemplas el océano. Perfecto para parejas, familias o cualquier viajero que desee combinar cultura, naturaleza y buena comida en un solo destino.
3. Parador de Pontevedra
Ubicado en pleno corazón del casco histórico, el Parador de Pontevedra ocupa un palacio renacentista que respira elegancia y tradición. Construido en el siglo XVI, este edificio histórico ha sido cuidadosamente restaurado para ofrecer todas las comodidades modernas sin perder su esencia patrimonial.
Las habitaciones destacan por su estilo clásico, con muebles de época y detalles que reflejan la nobleza del pasado. Desde el parador, puedes explorar fácilmente las calles empedradas de Pontevedra, repletas de historia y encanto, así como degustar su vibrante gastronomía en las tabernas locales.
El restaurante del parador sirve una selección de platos gallegos tradicionales, como la caldeirada de pescado y los famosos pimientos de Padrón. Con un patio interior perfecto para cenas al aire libre y un ambiente acogedor, este parador es una excelente opción para quienes deseen sumergirse en la cultura gallega desde un alojamiento lleno de historia y carácter.
4. Parador de Vilalba, Lugo
El Parador de Vilalba está ubicado en la imponente Torre de los Andrade, una fortaleza medieval que data del siglo XV. Este histórico edificio es un testimonio del pasado feudal de la región y ofrece a sus huéspedes una experiencia única rodeada de historia.
Las habitaciones, decoradas con un estilo clásico, destacan por su elegancia y comodidad, mientras que los espacios comunes conservan elementos originales, como las paredes de piedra y los techos de madera. Desde aquí, puedes explorar el casco antiguo de Vilalba, conocido por su encanto rural y su tradición quesera, especialmente el queso de San Simón, una delicia local.
El restaurante del parador ofrece una carta centrada en los sabores auténticos de Galicia, con platos como el lacón con grelos y la tarta de Santiago. Este parador es ideal para quienes buscan un refugio tranquilo donde disfrutar de la historia, la gastronomía y la autenticidad gallega.
5. Parador de Monforte de Lemos, Lugo
El Parador de Monforte de Lemos se encuentra en el conjunto monumental de San Vicente do Pino, que incluye un monasterio y un palacio situados en la cima de una colina. Este enclave histórico ofrece unas vistas espectaculares de la Ribeira Sacra y una inmersión total en la historia y la cultura de la región.
Las habitaciones combinan el encanto del pasado con todas las comodidades modernas, garantizando una estancia inolvidable. El parador también cuenta con un claustro perfectamente conservado, ideal para relajarse mientras disfrutas de la serenidad del entorno.
Desde aquí, puedes explorar los cañones del río Sil, realizar rutas enólogas por los viñedos de la Ribeira Sacra y visitar los numerosos miradores de la zona. El restaurante del parador sirve cocina gallega tradicional con un toque contemporáneo, destacando platos como el cabrito asado y los postres caseros. Es un destino perfecto para amantes de la historia, la naturaleza y la buena mesa.
6. Parador de Santiago, Hostal dos Reis Católicos, A Coruña
En pleno corazón de Santiago de Compostela, junto a la majestuosa Catedral, se encuentra el Parador Hostal dos Reis Católicos. Considerado el parador más antiguo de España, este edificio del siglo XV fue originalmente un hospital para peregrinos que llegaban a la ciudad tras completar el Camino de Santiago.
Este impresionante edificio combina el lujo de un hotel de cinco estrellas con el encanto histórico de sus salones, patios y habitaciones, decoradas con detalles que evocan siglos de historia. Desde aquí, puedes explorar a pie el casco antiguo de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con sus estrechas calles empedradas y su vibrante vida cultural.
El restaurante del parador ofrece una experiencia gastronómica única, con platos tradicionales como la merluza a la gallega y la filloa, un postre típico de la región. Este parador es ideal para quienes desean sumergirse en la historia y la espiritualidad de uno de los destinos más emblemáticos de Galicia.