Extremadura es una tierra de contrastes, donde la historia, la naturaleza y la gastronomía se entrelazan para ofrecer experiencias únicas. Si buscas una estancia que combine comodidad y autenticidad, los paradores de esta región son la elección perfecta.
Ubicados en edificios históricos y rodeados de paisajes espectaculares, estos alojamientos te invitan a descubrir el encanto de Extremadura. Desde la monumental Cáceres hasta los parajes naturales de La Vera, cada parador es una puerta abierta a la cultura y tradiciones de esta tierra. Acompáñanos a explorar los mejores paradores de Extremadura y planifica tu próxima escapada.
1. Parador de Cáceres
Situado en pleno corazón del casco histórico, el Parador de Cáceres es un oasis de tranquilidad en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad. Este alojamiento ocupa un conjunto de palacios renacentistas del siglo XIV, restaurados para ofrecer todas las comodidades modernas sin perder su esencia histórica. Las habitaciones destacan por su elegancia y detalles arquitectónicos originales, como techos abovedados y paredes de piedra.
El restaurante del parador ofrece una experiencia gastronómica que rinde homenaje a los sabores de Extremadura, con especialidades como la torta del Casar y el gazpacho extremeño. Además, su ubicación privilegiada permite explorar a pie las calles medievales de Cáceres, llenas de historia y encanto. Este parador es ideal para una escapada cultural y gastronómica.
2. Parador de Trujillo, Cáceres
Ubicado en un antiguo convento de Santa Clara del siglo XVI, el Parador de Trujillo combina serenidad y belleza histórica. Sus patios interiores llenos de luz, decorados con azulejos tradicionales, crean un ambiente acogedor y único. Las habitaciones mantienen el estilo clásico, con muebles de época y todas las comodidades modernas.
La oferta gastronómica incluye platos típicos como el cordero asado y los embutidos ibéricos. Su ubicación estratégica en Trujillo permite visitar lugares emblemáticos como la Plaza Mayor y el Castillo. Perfecto para amantes de la historia y aquellos que buscan un refugio tranquilo en un entorno único.
3. Parador de Guadalupe, Cáceres
Rodeado por el encanto del casco histórico de Guadalupe, este parador está situado en un antiguo hospital del siglo XV. Con su arquitectura tradicional y patios interiores llenos de vegetación, ofrece una experiencia única a los viajeros. Las habitaciones, decoradas con estilo clásico, reflejan la tradición y la historia del lugar.
El restaurante es uno de los puntos fuertes del parador, con una oferta gastronómica basada en productos locales, como la caldereta de cordero y las migas extremeñas. Además, su ubicación permite visitar el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad. Este parador es ideal para quienes buscan cultura, historia y tranquilidad.
4. Parador de Plasencia, Cáceres
Considerado uno de los mejores paradores de Extremadura, el Parador de Plasencia está ubicado en el antiguo convento de Santo Domingo, un edificio del siglo XV que combina historia y lujo. Las habitaciones son amplias y están decoradas con muebles de época, creando un ambiente énico y elegante.
El restaurante del parador destaca por su cocina tradicional extremeña, con platos como la carrillada de cerdo y el solomillo ibérico. Su ubicación en el casco histórico de Plasencia permite explorar la Catedral, la Plaza Mayor y las murallas medievales. Ideal para una escapada romántica o un viaje cultural, este parador es una joya imprescindible en Extremadura.
5. Parador de Jarandilla de la Vera, Cáceres
Enclavado en un castillo-palacio del siglo XV, el Parador de Jarandilla de la Vera es un destino único para disfrutar de la historia y la naturaleza. Las habitaciones conservan detalles originales, como vigas de madera y paredes de piedra, ofreciendo un ambiente acogedor y auténtico.
Los jardines y la piscina exterior son perfectos para relajarse, mientras que el restaurante sirve especialidades como las patatas revolconas y el pimentón de La Vera. Además, su ubicación es ideal para explorar la región, conocida por sus gargantas naturales y rutas de senderismo. Perfecto para familias y amantes de la naturaleza.
6. Parador de Zafra, Badajoz
El Parador de Zafra se encuentra en un majestuoso castillo del siglo XV que fue residencia de los Duques de Feria. Este edificio histórico combina lujo y comodidad, con habitaciones decoradas en estilo clásico y vistas impresionantes a los alrededores.
El restaurante del parador es famoso por sus platos tradicionales, como el estofado de cordero y el jamón ibérico. Su ubicación en el centro de Zafra permite explorar la Plaza Grande, la Plaza Chica y otros puntos de interés histórico. Este parador es ideal para quienes buscan una estancia llena de historia y encanto.
7. Parador de Mérida, Badajoz
El Parador de Mérida está situado en un antiguo convento del siglo XVIII, en pleno centro de la ciudad. Las habitaciones son amplias y confortables, con decoración que refleja la tradición extremeña. Sus jardines y patios interiores ofrecen un espacio tranquilo para relajarse tras un día de exploración.
El restaurante del parador ofrece una experiencia gastronómica basada en productos locales, como el queso de los Ibores y el embutido ibérico. Su ubicación permite visitar fácilmente los monumentos romanos de Mérida, como el Teatro Romano y el Acueducto de los Milagros. Perfecto para una estancia cultural en una ciudad llena de historia.