Descubre Castilla-La Mancha de una manera diferente, alojándote en los icónicos paradores que combinan historia, comodidad y una ubicación privilegiada.
Desde castillos medievales hasta antiguos conventos, cada parador es una ventana al pasado, rodeada de paisajes únicos que te invitan a explorar la región.
Si estás buscando una experiencia inolvidable para tus vacaciones, estos alojamientos son el punto de partida perfecto para descubrir la rica gastronomía, el arte y las tradiciones de Castilla-La Mancha. Acompáñanos en este recorrido y encuentra el parador ideal para tu próxima escapada.
- 1. Parador de Toledo
- 2. Parador de Oropesa, Toledo
- 3. Parador de Almagro, Ciudad Real
- 4. Parador de Alarcón, Cuenca
- 5. Parador de Albacete
- 6. Parador de Sigüenza, Guadalajara
- 7. Parador de Cuenca
- 8. Parador de Manzanares, Ciudad Real
- Mapa de los paradores de Castilla-La Mancha
- Paradores cerca de Castilla-La Mancha
1. Parador de Toledo

Ubicado en una colina con vistas panorámicas de la ciudad, el Parador de Toledo es el lugar perfecto para disfrutar de la majestuosidad de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad. Este alojamiento combina arquitectura tradicional manchega con todas las comodidades modernas, ofreciendo habitaciones amplias decoradas con un toque clásico. Desde la terraza, podrás admirar la silueta única de Toledo, con la Catedral y el Alcázar destacando en el horizonte.
La oferta gastronómica del parador es otro de sus puntos fuertes, con platos típicos como el mazapán y la perdiz estofada. Además, su ubicación estratégica permite acceder rápidamente al centro histórico, donde podrás perderte entre calles estrechas llenas de historia. Perfecto para escapadas románticas o para quienes desean sumergirse en el encanto de Toledo.
2. Parador de Oropesa, Toledo

Con una historia que se remonta al siglo XIV, el Parador de Oropesa está situado en un impresionante castillo que ofrece una experiencia única a sus visitantes. Las habitaciones, decoradas al estilo medieval, te transportan a otra época, sin renunciar a las comodidades modernas. Desde sus terrazas, se puede disfrutar de vistas espectaculares a la Sierra de Gredos y los alrededores.
El restaurante del parador sirve especialidades locales, como el cordero asado y los embutidos de la región, que deleitarán a los amantes de la gastronomía. Además, este parador organiza actividades culturales y visitas guiadas para explorar los rincones históricos de Oropesa. Ideal para familias y aficionados a la historia, este alojamiento es un verdadero tesoro en el corazón de Toledo.
3. Parador de Almagro, Ciudad Real

El Parador de Almagro está situado en un antiguo convento franciscano del siglo XVI, restaurado para ofrecer una estancia cómoda y llena de encanto. Las 14 galerías que rodean los patios interiores y sus habitaciones decoradas con muebles de época crean un ambiente acogedor y único.
A pocos minutos del parador se encuentra la famosa Plaza Mayor de Almagro y el Corral de Comedias, una joya del teatro clásico español. Los amantes de la gastronomía también disfrutarán de la oferta del restaurante del parador, que destaca por platos como las berenjenas de Almagro y el pisto manchego. Este alojamiento es ideal para una escapada cultural en pleno corazón de La Mancha.
4. Parador de Alarcón, Cuenca

Encaramado en un castillo medieval del siglo VIII, el Parador de Alarcón es un verdadero refugio para los amantes de la historia y la naturaleza. Este parador, rodeado por el río Júcar, ofrece una experiencia única gracias a sus habitaciones decoradas con elementos medievales, como vigas de madera y tapices.
Los alrededores son perfectos para actividades al aire libre, como senderismo o rutas en bicicleta, que te permitirán descubrir los espectaculares paisajes de Cuenca. El restaurante del parador destaca por sus platos tradicionales, como el ajoarriero y el morteruelo. Con su ambiente tranquilo y su rica historia, este parador es perfecto para desconectar y disfrutar de una estancia inolvidable.
5. Parador de Albacete

Rodeado de jardines y ubicado en plena llanura manchega, el Parador de Albacete es un remanso de paz ideal para quienes buscan relajarse. Este edificio de estilo manchego cuenta con habitaciones amplias y luminosas, decoradas con un estilo clásico que refleja la tradición de la región.
El campo de golf cercano y la piscina del parador son algunas de las actividades favoritas de los huéspedes, mientras que el restaurante ofrece delicias locales como las migas manchegas y el gazpacho manchego. Además, su ubicación permite explorar fácilmente la ciudad de Albacete y sus alrededores. Ideal tanto para escapadas familiares como para viajeros en busca de tranquilidad.
6. Parador de Sigüenza, Guadalajara

El Parador de Sigüenza está ubicado en un imponente castillo medieval que domina la ciudad desde lo alto. Este alojamiento combina historia y lujo, con habitaciones decoradas en un estilo acorde a su entorno, incluyendo muebles de época y vistas espectaculares.
La ciudad de Sigüenza ofrece numerosos atractivos, como la Catedral, la Plaza Mayor y el Barrio Medieval. Además, el parador cuenta con un restaurante donde se pueden degustar platos tradicionales como el cabrito asado y las migas alcarreñas. Perfecto para una escapada romántica o para quienes desean experimentar el encanto de un castillo medieval.
7. Parador de Cuenca

El Parador de Cuenca está situado en un antiguo convento del siglo XVI, frente a las famosas Casas Colgadas y con vistas al impresionante puente de San Pablo. Este alojamiento ofrece una combinación única de historia y modernidad, con habitaciones elegantes y cómodas.
El restaurante del parador es conocido por sus platos típicos, como el zarajo y el resolí. Además, su ubicación permite explorar fácilmente el casco antiguo de Cuenca, declarado Patrimonio de la Humanidad. Ideal para los amantes de la cultura y la gastronomía, este parador es una opción inigualable para una estancia inolvidable.
8. Parador de Manzanares, Ciudad Real

Estratégicamente ubicado junto a la autovía principal, el Parador de Manzanares es una opción cómoda y tranquila para explorar La Mancha. Rodeado de jardines, este edificio de estilo tradicional manchego cuenta con habitaciones cómodas y bien equipadas.
El restaurante ofrece una experiencia gastronómica centrada en los sabores locales, como el queso manchego y los platos elaborados con productos de la región. Gracias a su ubicación, es un punto de partida ideal para visitar los cercanos Parques Nacionales de las Tablas de Daimiel y Cabañeros. Perfecto para familias y viajeros que buscan un ambiente relajado en plena naturaleza.