Aragón es una región que combina historia, naturaleza y tradiciones, ofreciendo experiencias únicas a quienes la visitan. Desde los majestuosos Pirineos hasta las llanuras de Teruel, esta tierra está salpicada de castillos, monasterios y paisajes espectaculares.
Los paradores de Aragón son el punto de partida ideal para explorar sus maravillas, ya que combinan ubicaciones privilegiadas con el encanto de edificios históricos adaptados al confort moderno.
Descubre la magia de Aragón alojándote en lugares únicos que te permitirán vivir una experiencia inolvidable, ya sea que busques aventura, relax o un viaje lleno de cultura.
1. Parador de Teruel

El Parador de Teruel se encuentra a las afueras de la ciudad, ofreciendo tranquilidad y una ubicación privilegiada para explorar el legado mudéjar de esta capital aragonesa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este edificio, de estilo neomudéjar, está rodeado de jardines y cuenta con una piscina exterior ideal para los meses de verano.
Las habitaciones son amplias y confortables, decoradas con detalles que evocan el estilo tradicional aragonés. El restaurante del parador ofrece una exquisita selección de platos locales, como el ternasco asado y el jamón de Teruel, acompañados por vinos de la región.
Desde aquí, podrás visitar el casco histórico de Teruel, donde destacan la Torre del Salvador, la Catedral de Santa María de Mediavilla y los Amantes de Teruel. Además, la ubicación del parador lo convierte en una excelente base para explorar otros puntos de interés en la provincia, como Albarracín y el Maestrazgo.
2. Parador de Alcañiz, Teruel

Ubicado en un castillo-convento del siglo XII, el Parador de Alcañiz es una joya histórica que combina elementos medievales y renacentistas. Este imponente edificio está situado en una colina, ofreciendo vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores.
Las habitaciones conservan detalles arquitectónicos originales, como arcos de medio punto y techos con vigas de madera, proporcionando una experiencia auténtica. En el restaurante, podrás degustar especialidades aragonesas como el bacalao ajoarriero y las alubias con perdiz.
El parador es el lugar perfecto para explorar Alcañiz, conocida por su castillo y su Semana Santa declarada de Interés Turístico Nacional. Además, está cerca del circuito MotorLand Aragón, ideal para los amantes del motor. Su ubicación también permite descubrir la belleza de los Puertos de Beceite y el Bajo Aragón.
3. Parador de Sos del Rey Católico, Zaragoza

Enclavado en el pintoresco pueblo medieval de Sos del Rey Católico, este parador está ubicado en un edificio de piedra que armoniza perfectamente con el entorno histórico. Las habitaciones son acogedoras y ofrecen vistas al casco antiguo o a los paisajes montañosos de los alrededores.
El restaurante del parador es conocido por su cocina tradicional aragonesa, destacando platos como las migas, el cabrito asado y postres como el guirlache. Los salones y patios interiores del parador son ideales para relajarse tras un día de exploración.
Sos del Rey Católico es famoso por ser el lugar de nacimiento de Fernando el Católico. Entre sus atractivos destacan la Iglesia de San Esteban, la Judería y las calles empedradas llenas de historia. Este parador es ideal para quienes buscan una escapada tranquila en un entorno único.
4. Parador de Bielsa, Huesca

Situado a los pies del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parador de Bielsa es un refugio para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Este acogedor alojamiento de montaña ofrece vistas espectaculares al valle de Pineta y a los picos nevados de los Pirineos.
Las habitaciones, decoradas con estilo rústico, proporcionan un ambiente cálido y relajante. En el restaurante, podrás disfrutar de especialidades locales como la trucha a la aragonesa y el estofado de jabalí, ideales para reponer energías tras un día al aire libre.
Desde el parador, es fácil acceder a rutas de senderismo que atraviesan paisajes de ensueño, como las cascadas del Cinca o el circo glaciar de Pineta. Además, es un punto de partida perfecto para explorar el patrimonio natural y cultural de los Pirineos aragoneses. Es el destino ideal para quienes buscan aventura y desconexión en un entorno espectacular.